Artículo publicado en EL MUNDO
Sin duda alguna las redes sociales se han convertido en un elemento central de nuestras vidas. Ya no es posible comprender la realidad disociada de la interacción en la redes sociales con amigos que viven a quinientos kilómetros de nosotros, o no tan amigos, pero los hemos entendido como tales desde el momento que empezamos a interactuar con ellos y compartimos likes y contenidos a través de Facebook, Instagram o Twitter, entre otras.
No cabe duda, por tanto, que para nuestro ocio y divertimento, reconocimiento social o promoción de nuestras marcas comerciales son un gran aliado. Conocer la importancia y el alcance de las redes sociales supone una realidad que no podemos obviar y que por, las implicaciones que conlleva, no podemos pasar por alto. Las ventajas en el plano comercial y de la comunicación engloban un abanico de posibilidades que configura un nuevo marco de comunicación para las empresas. Pero, ¿son todo ventajas lo que las redes sociales nos ofrecen?
Por desconocimiento, y sin pretender ser alarmista, a la par que aliadas, las redes sociales entrañan una serie de riesgos que van desde la propia reputación personal y profesional hasta los peligros que pueden acarrear a los menores.
Es precisamente en este último punto donde cabría prestar una especial atención dada la importante brecha social de conocimiento y habilidades competenciales que existe entre la información y la formación de las generaciones más adultas respecto a las cohortes de población más jóvenes o nativas en el uso de éstas.
Con sus bondades y defectos, el modelo social en el que nos hallamos inmersos nos invita a exhibir con relajación algunas imágenes en estas plataformas digitales que pueden parecer inocuas, pero que pueden albergar mensajes poco favorables para nosotros. Y, lo que es peor, para nuestros hijos.
Ser conscientes de estos riesgos no implica vivir con miedo respecto al uso de las redes sociales, sino estar alerta y conocer bien un tema del que debemos de estar bien informados y formados.
Eduard Amorós Kern es director de Marketing en KAIZEN GROUP y profesor de la Universitat de València