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Emprendedor

 

Artículo publicado en El Mundo. Columna El Laboratorio

Dicen que lo que no te mata te hace más fuerte. Y bien saben los supervivientes que en tiempos de dificultad el ingenio es un gran aliado.

Ahora que está de moda hablar de emprendedores desde el contexto político, aunque pocos hayan tenido la oportunidad de vivir la aventura, lo cierto es que la realidad y las medidas de acompañamiento que existen para reforzar el espíritu emprendedor gozan de un cuerpo bastante raquítico.

Más allá de si existe una cultura social emprendedora versus una cultura asociada a la seguridad, no podemos afirmar que exista un marco jurídico favorecedor para las nuevas experiencias empresariales.

Por el contrario son múltiples las trabas con las que se suelen encontrar aquellos que lo intentan:

Primero, superada la importancia de la concreción de una idea de negocio, mucho tiene que ver el papel de la administración. Así, la realidad dibuja un escenario diametralmente opuesto. Una nueva actividad tiene una larga lista de costes: gastos de constitución, seguros sociales, abogados, espacios para la actividad…

Segundo, para que una empresa empiece a generar ingresos, que no beneficios, debe de contar con un tiempo de maduración. Es aquí donde aparecen nuevas sorpresas, ya que más del cincuenta por ciento de la facturación se destina a impuestos. El sobrante, que no es beneficio, al pago de los costes fijos. Desde mi punto de vista se trata de una importante rémora que limita el despegue.

Tercero, la contratación de personas no es barata. Para un salario de un trabajador con una nómina neta de 1000 euros le supondría a ese nuevo emprendedor aproximadamente un 50% más.

Hablar de emprendedores decora muchísimo el discurso de algunos políticos, pero la realidad y los miles de jóvenes y no tan jóvenes, se han aventurado con un proyecto empresarial, reclaman reformas profundas para poder desarrollar su actividad en los inicios.

En este sentido urge la creación de un marco jurídico justo que permita el desarrollo de nuevas iniciativas empresariales generadoras de empleo para las personas.

Y esto, por la cuenta que nos trae a todos, a mi entender no debería de caer en saco roto.

Eduardo Amorós Kern es director de Marketing en KAIZEN GROUP y profesor de la Universitat de València

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