Blog: Kaizen

El equipo humano dentro de una empresa es su factor más importante. Para ello, debemos utilizar el marketing interno para dinamizar este ámbito, consiguiendo una buena gestión de la plantilla.

¿Y cómo podemos gestionar correctamente al equipo humano de la empresa?

Es en este punto donde entra en juego la figura del líder.

Entendemos “líder” como la persona que encabeza y dirige un grupo o movimiento. No obstante, esta persona debe tener unas cualidades concretas, para conseguir sacar todo el potencial de su equipo.líder de un equipo

En este post te dejamos algunos tips para convertirte en un gran líder, y mejorar la productividad en tu empresa a través de la motivación del equipo humano.

  • Guía con el ejemplo. Un buen líder no solo debe hablar, sino que debe predicar con el ejemplo, para que el resto del equipo lo siga.
  • Humildad por bandera. El líder es la persona que está al frente del equipo, sin embargo, un buen líder es aquel que deja espacio a todos los miembros del equipo para que brillen. Ser humilde creará mayores vínculos con el resto de la plantilla.
  • Comunicación efectiva. Un buen líder se asegura de ser escuchado y entendido, pero también sabe que es importante escuchar.
  • Reuniones eficientes. Realizar reuniones de seguimiento es una buena idea para crear relaciones entre los diferentes equipos de trabajo dentro de la empresa, pero esto no debe ser una reunión de control o vigilancia, ya que la microgestión no es nada producente. Debes confiar en tu equipo en todo momento.
  • Conoce tus límites. Hasta el líder más amable y atento tiene sus límites. Es importante establecerlos para que no haya confusión ni se sobrepase una línea por la que no debes pasar, y así se evitarán confusiones y frustraciones.

Siguiendo estos simples puntos puedes convertirte en un líder potente, capaz de motivar a tu equipo y sacar lo mejor de él.

Otra filosofía que todo buen líder debería aplicar es buscar la felicidad de los empleados. Por supuesto hay temas o ámbitos en los que un líder no puede actuar, sin embargo, toda acción que esté en su mano para mejorar la felicidad dentro de la empresa es algo que debería hacer.

Un equipo feliz y motivado obtendrá mejores resultados y hará crecer la empresa hacia nuevos horizontes.

Aquí te dejamos también algunas acciones que puedes llevar a cabo para aumentar la felicidad dentro de la empresa.

  • Crea eventos pequeños y frecuentes. La organización de pequeños eventos dentro o fuera de la empresa puede generar mayores relaciones y mejorar la convivencia. Se trata de crear team building, a través de por ejemplo, una visita a una exposición, o un torneo de futbolín.
  • Practica la gratitud. No se trata de centrarse en los aspectos negativos, sino en centrarse en las cosas bien hechas mientras se corrigen las malas. Hay que mostrar gratitud y agradecimiento, reconocer el trabajo bien hecho, para así crear una cultura positiva dentro de la empresa.
  • Establece las pausas laborales. En ocasiones un descanso de 5 minutos para tomar el aire o un café puede desbloquear la mente, y hacer que los próximos 30 minutos sean más productivos. Por eso es importante que el equipo sea consciente de la posibilidad de tener pausas puntuales de vez en cuando.
  • Cuida los pequeños detalles. La felicidad depende de múltiples factores provenientes de muchos ámbitos de nuestra vida, sin embargo, los pequeños detalles son los que pueden declinar la balanza hacia un lado o hacia el otro. Detalles bonitos, sorpresas, música de fondo, decoración agradable, son pequeños actos que pueden generar grandes beneficios.

La motivación de tu equipo es un aspecto central de la que se debe hacer cargo cualquier organización interesada en sacar lo mejor de las personas que lo conforman. No existen recetas mágicas, pero si que con el cuidado de algunos de los detalles que te apuntamos en este post, tal vez consigas alguna mejora. Una marca no es grande porque su imagen corporativa sea bonita, sino porque las personas que forman parte de ella se sienten motivadas, integradas, reconocidas y sienten como propia la organización a la que pertenecen.

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